¿Cómo funciona un desahucio y qué puedes hacer para evitarlo?
La situación económica española durante los últimos años ha dejado un sinfín de noticias tristes en los medios.
Muchas de ellas, relacionadas con personas que han perdido sus hogares en procesos de desahucio.
Si conoces a una persona que va a ser desahuciada o si actualmente te encuentras en esta situación, queremos poner a tu disposición información útil explicada de forma sencilla para que entiendas en qué consiste este procedimiento y sepas si puedes posponerlo o evitarlo.
¿Qué es un desahucio?
Un desahucio es un procedimiento que consiste en desalojar a una persona de la casa en la que vive o del local en el que realiza una actividad.
Tiene lugar cuando el individuo no paga las cuotas de su crédito hipotecario, no abona el alquiler del inmueble que habita o ha incumplido su contrato.
En cualquier caso, siempre debe ser ordenado por un juez.
¿Qué tipos de desahucio existen?
Existen diferentes clases de desahucio que hay que conocer para saber cómo hacerle frente.
Desahucio exprés
Afecta a las personas que han ocupado de forma ilegal una propiedad que no les pertenece.
Con el comienzo de la crisis económica, las okupaciones experimentaron un auge y, desde hace unos años, existe un procedimiento de desahucio exprés para agilizar el proceso.
Desahucio por precario
Este desahucio tiene lugar cuando un amigo o familiar da permiso a alguien para vivir en su casa, pero no se firma ningún contrato.
Cuando el propietario decide que su inquilino (denominado precarista) ya no puede seguir habitando la vivienda pero no la abandona, puede recurrir a un desahucio por precario para recuperar su inmueble.
Desahucio por finalización del contrato
Un propietario puede recurrir a este tipo de desahucio cuando el contrato de alquiler ha terminado y el inquilino decide no abandonar el inmueble.
Desahucio por impago
El propietario de una vivienda o la entidad que concede un crédito hipotecario puede rescindir el contrato y solicitar un desahucio por impago en estos casos:
• Al no pagar las cuotas de alquiler, de hipoteca o de otros conceptos (por ejemplo, la fianza o su actualización).
• Al subarrendar o ceder la vivienda sin consentimiento del propietario.
• Al realizar obras no autorizadas, daños y actividades molestas, insalubres, peligrosas o ilegales.
• Cuando la vivienda deja de estar disponible para alquiler.
Ahora que conoces los tipos de desahucio, queremos explicarte cómo funciona y cuáles son las diferentes etapas para reaccionar a tiempo.
¿Cómo se desarrolla un proceso de desahucio etapa por etapa?
Lo más habitual es que antes de demandar, el propietario o entidad bancaria envíen al afectado un aviso reclamando los pagos pendientes.
Al fin y al cabo, a nadie le gusta ir a juicio y puede ser una oportunidad para evitar el desahucio (más adelante profundizamos en ello).
No siempre se realiza este aviso y, en ocasiones, se interpone directamente una demanda de desahucio.
Tras presentar la demanda, el inquilino recibe una notificación para que acuda al juicio. En ella, también se indica la fecha del desalojo de la vivienda (conocido como lanzamiento en términos jurídicos).
Transcurrido el juicio, el juez dicta sentencia. Esta puede ser favorable al inquilino o al propietario. Cuando es favorable al propietario, el inquilino será desalojado y, a veces, también deberá compensar las cantidades que no ha pagado.
El día y la hora indicados, acudirá un equipo formado por un funcionario, un procurador, un cerrajero y parte del cuerpo policial para certificar que los inquilinos abandonan el inmueble y se ha cambiado la cerradura.
¿Cómo evitar el lanzamiento?
No todo está perdido en caso de desahucio.
Hay formas legales de evitarlo, como te contamos a continuación.
Anticípate a tu desahucio
Es aconsejable buscar asesoramiento o renegociar los términos del contrato con el propietario o el banco antes de empezar a deber dinero.
En la mayoría de ciudades hay Oficinas de Intermediación Hipotecaria (promovidas por los Ayuntamientos) que tienen la labor de asesorar e intermediar entre el afectado y el propietario o entidad bancaria.
También puedes acudir a organizaciones sin ánimo de lucro de tu zona o a bufetes de abogados especializados en desahucios, como el nuestro.
Código de buenas prácticas
En caso de deuda hipotecaria, existe un protocolo que los bancos no suelen comunicar a sus clientes: el código de buenas prácticas.
Consiste en reducir el importe de las cuotas cuando su pago supone más del 60 % del total de ingresos de la familia, entre otros aspectos que varían según la población.
Si, aun así, los afectados no pueden hacerse cargo del nuevo importe, es posible entregar la casa al banco para saldar la deuda y seguir viviendo ahí a cambio de un alquiler social (procedimiento conocido como dación en pago).
Enervar el desahucio
Cuando el afectado consigue el importe correspondiente al pago de todas sus deuda, puede abonarlo para evitar ser desahuciado.
Lo ideal es hacerlo antes de que se interponga la demanda.
Si no es posible, hay hasta 10 días de plazo desde que la demanda es notificada al demandado.
Este proceso se llama enervación de desahucio y debe realizarse en el juzgado o ante notario.
Posponer el desahucio
En ocasiones, el desahucio es fruto de una cláusula hipotecaria abusiva.
En ese caso, puedes interponer una demanda en el Juzgado de lo Mercantil.
Este tipo de demandas tienen prioridad respecto a las de desahucio, por lo que puedes llegar a retrasarlo, al menos, durante tres años.
Suspensión del desahucio por coronavirus
Con la llegada del coronavirus, muchas personas se han visto en situación de vulnerabilidad económica y están a punto de perder sus casas.
En 2020 se reguló la suspensión de los desahucios en el Real Decreto Ley 11/2020 de 31 de marzo y, posteriormente, se ha ido modificando para ampliar la fecha hasta el 9 de agosto de 2021.
Por lo tanto, aún estás a tiempo de suspender tu desahucio si te encuentras en situación de desempleo por la covid, si has sufrido un ERTE o tus ingresos se han visto seriamente reducidos tras la crisis sanitaria.
Basta con presentar una solicitud en el juzgado y adjuntar los documentos que te pidan a modo de prueba.
Pide ayuda
Como ves, hay luz al final del túnel.
Si todavía tienes dudas o no estás seguro de cuál es el primer paso para frenar un desahucio, puedes ponerte en contacto con nosotros y te asesoramos.